La condicion de las piezas filatélicas en las colecciones

Artículo de ©Estanislao Pan de Alfaro

Bloque
Recientemente, en un foro filatélico extranjero, se planteaba la siguiente cuestión: ¿Son admisibles las cartas, realmente circuladas, dirigidas a conocidos coleccionistas o comerciantes? Aunque había alguna postura en contra, la mayoría de los intervinientes estaban a favor de su inclusión en las colecciones, siempre que hubieran circulado realmente por el correo.
Hoy me quiero referir al aspecto de la condición de las piezas, al que se otorgan 10 puntos en la hoja de evaluación. El reglamento de la FIP para las colecciones temáticas tiene un apartado dedicado a la cualificación del material filatélico, dividido en dos aspectos: la condición y la rareza. En nuestro tema, sabemos cuales son las piezas raras, las caras, las difíciles, las innovadoras, y las demás. Es un aspecto generalmente bien conocido, y analizado tanto en exposiciones nacionales como en internacionales, ya sean FIP o Euroscout. En la selección del material para montar la colección debemos dar prioridad a aquellos tipos de pieza más postales: sellos, matasellos, enteros postales, y utilizar poco aquellos con menor connotación postal,  aunque haya sido autorizados o promocionados por las autoridades postales, como los Sobres Primer Día o FDC. Uso de emisiones normales, en contraposición a emisiones paralelas para el mercado filatélico, tales como hojitas bloque o sellos sin dentar. En este caso, debe quedar claro que los sellos son efectivamente sin dentar. Es recomendable la utilización de piezas tales como parejas, bloques o bordes de hoja.
Hay que resaltar el uso de piezas mataselladas y circuladas realmente frente a las mataselladas “de favor”. Esta es una cuestión ardua. La grandísima cantidad de sobres  con matasellos especiales de favor realizada con cualquiera de los distintos matasellos, devalúa  la  inserción de una de estas piezas en una colección.
Sorprendente uso de un matasellos especial para una tarjeta corriente. Matasellos especialmente difícil de conseguir realmente circulado. Aunque muy posiblemente el remitente era filatelista, porque si no lo era ¿para qué hubiera ido hasta la estafeta a echar su carta?
Preciosa carta con un matasellos alemán de 1961. Un matasellos corriente que no es difícil de encontrar sin circular. La importancia de esta pieza es precisamente que está cumpliendo una necesidad postal. Franqueada con un franqueo mecánico de la caja de ahorros local, el mismo día se cambia la dirección y se deposita en la estafeta especial del campamento. 
Las directrices FIP dan preferencia al correo transportado normalmente con matasellos apropiados, frente a aquellos documentos recuerdo fabricados para los coleccionistas, como los sobres primer día y las tarjetas máximas. 
En este caso tenemos dos sobres primer día, aunque están presentados con una ventana que tapa la ilustración, circulados al extranjero, y uno de ellos, el de Nyassaland (actual Malawi) redirigido a otra población. Ambos con el franqueo correspondiente a una carta al extranjero. 
También hay que resaltar el uso de piezas realmente transportadas, con el franqueo correcto y matasellos temáticos apropiados, en lugar de cancelaciones de favor, o todavía peor, cancelaciones en sobres sin sellos (cancelaciones en blanco), En muchas ocasiones, el correo acostumbraba a poner dos matasellos especiales en un sobre, uno sobre los sellos y el otro en el espacio en blanco. En el caso de tener que realizar una ventana en la hoja, por el tamaño de la pieza, o la colocación de otros sellos o matasellos, no se debe hacer la ventana sobre un matasellos sin sello, sino sobre el matasellos que cancela el sello. 

En nuestro tema scout, hay muchas piezas realmente circuladas, especialmente por los asistentes a campamentos y jamborees. Como esta tarjeta del Ramboree de Derbyshire de 1965.  “Hemos tenido que bombear el agua de algunas tiendas con un coche de bomberos… La moral es todavía alta”. Otro aspecto a valorar es que los documentos tengan direcciones diferentes, frente a sobres y tarjetas recibidas como consecuencia de un abono o suscripción. Sobre este punto, hay coleccionistas que no incluyen en sus colecciones correspondencia “filatélica”, es decir, dirigida o enviada por comerciantes filatélicos o notorios coleccionistas. En mi opinión, si la pieza realmente ha viajado por una necesidad de comunicación, personal o comercial, entre las dos personas, es filatélicamente válida. Si excluimos las piezas dirigidas a “notorios coleccionistas”, estamos quitando un montón de piezas realmente viajadas.
Ejemplo de matasellos por abono. En este caso particular, estos matasellos existen sobre todo sin circular y en sobres ilustrados. Conseguirlos en un simple entero postal, y circulados, aunque sea enviados por el mismo coleccionista, ya es un logro.

Dos matasellos de rodillo del Jamboree Suizo de 1938, con dos tipos diferentes de corona. Usados sobre un entero postal de tarifa nacional, y sobre una tarjeta postal con tarifa internacional. 
Los franqueos mecánicos deben tener la tarifa apropiada, en contraposición con franqueos de favor “000”, o un importe mínimo, salvo que se trate de un Specimen o muestra, o tenga una razón postal justificada. Hay que comentar que está muy extendida la costumbre de describir los franqueos “000” como Specimen, por los vendedores, cuando en su mayor parte son franqueos de favor. 
Raro franqueo mecánico. En este caso, el notorio coleccionista y scout puso su dirección mediante un tampón, aunque el franqueo es completamente de favor. Este es el tipo de pieza que se debe explicar muy bien, justificando así su inclusión en la colección.

Los franqueos mecánicos austríacos son unos clásicos en las colecciones scouts, muchos con un franqueo mínimo, por ejemplo la tarifa de impreso interior de la ciudad. En estos casos, están sin circular o en forma de fragmento. 
Para demostrar que se usaron realmente, por necesidades postales, expongo aquí este sobre circulado en 1975, con un franqueo de 470 groschen. Certificado, de Viena a Bludenz, en el otro extremo del país. 
¿Y los enteros postales? Pues tenemos una situación parecida. En mi opinión, son mucho más interesantes los enteros realmente circulados, especialmente los modernos. Y difíciles de conseguir. 
En fin, mi principal conclusión es que esas piezas modernas, (digamos desde 1957) de las que hay muchas, siempre podemos mejorarlas buscando otros aspectos distintos: piezas realmente circuladas, con destinos inusuales, sin franqueos mínimos, que nos permitan mejorar de una forma importante la calidad filatélica de la colección.   


Estanislao Pan de Alfaro
es Presidente de la Comisión Temática de FESOFI y Jurado FIP Temático.
Como coleccionista  del tema scout ha obtenido la Medalla de Oro FIP en varias ocasiones.



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