El avión "Jesús del Gran Poder" y Don Quijote

Artículo de ©Marcela Díaz-Cabal
El 24 de marzo de 1929 un avión monomotor de la aeronáutica militar española, con el curioso nombre de "Jesús del Gran Poder", realiza un viaje histórico entre Sevilla y Brasil que será merecedor de un recibimiento apoteósico de sus capitanes Ignacio Jiménez Martín y Francisco Iglesias por tratarse de un logro excepcional para la aviación española. Aunque la intención de batir el récord de distancia (7,188 km) conseguido poco antes por los italianos se ve frustrada por los fuertes vientos contrarios y la falta de combustible, se trata de una verdadera hazaña al batir el récord de distancia sobrevolada por un avión terrestre sobre agua (6500 km) y obtener la segunda marca absoluta de duración de un vuelo.
Fotografía de los pilotos Jiménez e Iglesias
a bordo del Jesús del Gran Poder
El avión, un Breguet XIX GR N°72, bautizado un año antes y del que había sido su madrina S.M.  la reina Victoria Eugenia, parte de Tablada en Sevilla con un plan de vuelo que bordea la costa africana pasando por Cabo Verde para luego cruzar el Atlántico hasta Brasil. Con el propósito de reducir el peso de la aeronave, los aviadores deciden no llevar equipo de radio y realizan la navegación guiados solo por estimación y astronomía. En la cabina, sobre el tablero de los instrumentos, va una imagen bendita de Jesús del Gran Poder, obsequio de la cofradía sevillana que lo venera. El fuselaje, decorado por Juan Lafita, Martínez de León y algunos otros pintores, lleva pinturas alegóricas de Sevilla que le dan un toque muy original al Breguet. El avión llega a Brasil en un tiempo record de 43 horas 50 minutos, algo insólito para la aeronáutica española, hito que suscita que casi un siglo después, el Jesús del Gran Poder ocupe  un sitio privilegiado en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica (Museo del Ejército del Aire) del aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid.
Recuerdo de la llegada a La Habana del Jesús del Gran Poder.
La postal lleva la fecha 17 de mayo de 1927, día en que arriban a La Habana. 
Luego de su llegada al campo de vuelo de Cassamary, situado a unos 50 km de Bahía—no pueden llegar a Río  como era su propósito inicial por falta de combustible— realizan una gira por varias ciudades latinoamericanas lo que implica un recorrido de 22, 000 km y 121 horas de vuelo: Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Arica, Lima, Patía (Ecuador), Colón (Panamá), Managua, Guatemala y finalmente La Habana tienen el honor de ser visitadas por el Braguet.  El Jesús del Gran Poder se convierte asimismo en el primer avión español en sobrevolar los Andes de Buenos Aires a Santiago de Chile.
Al finalizar la gira, el Breguet es desmontado, subido a bordo del crucero Almirante Cervera para retornar a España.  Lo desembarcan en Cádiz, lo montan de nuevo y de ahí vuelan a Tablada (Sevilla) y a Getafe (Madrid).
De la hazaña aérea del Jesús del Gran Poder se ha escrito mucho y muy bueno, además de existir vídeos y múltiples fotografías  como consta en la amplia bibliografía de la Enciclopedia de la Aviación Militar Española. Asimismo, la filatelia española se ha encargado de conmemorar tan célebre acontecimiento con  3 sellos y un aerograma.

 
El sello  aéreo de la emisión de 1930 Pro Unión Iberoamericana con un valor de 1 peseta, presenta el retrato de los capitanes Jiménez e Iglesias y un mapa con el histórico trayecto. Al lado, un bloque de 4, sin dentar.  El  sello de 4 pesetas, presenta la imagen de los reyes dentro de un óvalo a la izquierda, Cristóbal Colón en otro óvalo a la derecha, abajo la “Santa María”, el “Jesús del Gran Poder” y la “Torre del Oro” de Sevilla. El sello de 3 pesetas, conmemora los 50 años de la aviación española y muestra al “Jesús del Gran Poder”.
  Tarjeta Máxima de "Jesús del Gran Poder"
La carta certificada con matasellos de Sevilla  del 24 de marzo de 1979 lleva una marca aérea roja privada, de Ramón Queralt (Barcelona), por los 50 años del extraordinario vuelo a través del Atlántico realizado en el monomotor Jesús del Gran Poder. Con ella se conmemora  uno de los grandes hitos de la aviación española.

El aerograma de 1982, presenta un sello de 30 pesetas con la imagen del “Jesús del Gran Poder”y a la izquierda, un dibujo de la ruta transocéanica de 1929 Sevilla-Brasil.
Lo interesante para los cervantistas es el hecho curioso, poco conocido y menos aún mencionado, de que en la parte izquierda del morro, justo debajo de la cabina de los aviadores y muy cerca del motor del Jesús del Gran Poder, aparecen dibujadas las imágenes de unos personajes castellanos de pura cepa: las de don Quijote y Sancho. Cabe preguntarse, ¿por qué entre el vistoso y colorido despliegue de dibujos alusivos a Sevilla con que “visten” al Braguet aparecen estos personajes cervantinos para nada andaluces?  Es posible inferir que el poder icónico de don Quijote y su inseparable escudero es tal y tan universal que aun sin ser sevillanos, no podían quedar por fuera de la alegoría andaluza.  Recordemos que nuestros caros amigos de papel, varios siglos antes, también remontaron los cielos ficticios de un ducado a lomo de Clavileño, el caballo de madera que podía “volar”.
Jiménez e Iglesias, embajadores de buena voluntad e intrépidos aventureros, “brazo y corazón enteramente españoles”  como los describe en su telegrama el coronel Kindelán, jefe de la Aeronáutica Militar española, continúan el legado de don Quijote y Sancho al adquirir fama y gloria para honra de su patria. A los cervantistas nos tocará, décadas más tarde, la dicha de ver a don Quijote y Sancho continuar su periplo universal a bordo de una nave espacial, curiosamente, de la mano de otro Duque español, mucho mejor persona que el de la obra. ¡Salud, audaces viajeros, los de entonces y los de ahora!
Don Quijote y Sancho
En el fuselaje del "Jesús del Gran Poder", muy cerca de los aviadores, los famosos personajes cervantinos
don Quijote y Sancho, surcan los cielos de España, África y América en pleno siglo XX



Fuentes:

No hay comentarios: