Estudio de la emisión panameña de los Papas (1956)

LAS ESTAMPILLAS DE LOS PAPAS:
EL GRAN NEGOCIADO, LA SERIE Y SU MATERIAL DE PRUEBA

Artículo de © Federico Brid
La idea de crear una enorme serie de estampillas y comercializarlas dentro del mundo filatélico surgió de dos comerciantes de Denver, Estados Unidos de América: J. E. Ross y H. L. Pearl.  A principio de 1952 estos dos comerciantes pensaron que una serie de estampillas de correo conmemorativas de cada uno de los papas que ocuparon la silla de San Pedro sería de lo más productiva para el negocio filatélico.  En la larga historia de la Iglesia Católica había habido 259 papas que se prestaban para distribuirlos en series encadenadas por el nombre: había 16 papas llamados Benedicto, 16 Gregorio, 14 Clemente, 13 Inocencio, 13 Juan, 13 Leo, 12 Pío, 9 Bonifacio, 9 Esteban, etcétera.
Robert E. Tyrell se asoció con Ross y Pearl y organizaron una compañía en Tegucigalpa, Honduras, llamada “Stampco S. A.” que emitiría 2,000 acciones comunes y 3,000 acciones preferidas con un capital de US $300,000. El Sr. Tyrell controlaría Stampco con el 51% de las acciones y facilitaría el proceso de producir las estampillas como vicepresidente de Jeffries Bank Note Company de California, la compañía que diseñaría, grabaría e imprimiría las series de los papas.
En vista de que más del 40% de los católicos del mundo residían en América Latina, el consorcio decidió buscar un país latinoamericano que adoptara el proyecto.  Cuba y otro país sudamericano mostraron interés, pero fueron descartados por imponer condiciones que los inversionistas no encontraban favorables. El consorcio decidió entonces acercarse a Panamá y para ello buscó a la prestigiosa y bien conectada firma de abogados Arias, Fábrega y Fábrega para que los representara y les sirviera de intermediarios en las negociaciones con el gobierno panameño.
El 24 de diciembre de 1953 Arias, Fábrega y Fábrega en representación de Stampco, llegaron a un acuerdo con el ministro de Gobierno y Justicia, Catalino Arrocha Graell, que convirtió a Panamá en la sede de las series de estampillas de los papas. Una vez concretado el acuerdo, se estableció un contrato que estipulaba que Stampco correría con los gastos de publicidad, diseño y producción de las estampillas mientras que Panamá, a cambio del 55% del producto de la venta, emitiría los decretos correspondientes para legalizar las emisiones y supervisaría la venta y distribución de las estampillas.
Del producto de la venta, Stampco recibiría el 30%; el 10%  sería para el Vaticano y el 5%  restante se usaría como dividendo de las acciones comunes. El secretario de la Santa Sede, monseñor Giovanni Montini, estuvo de acuerdo con autorizar el uso de las imágenes de los papas y el uso de la firma de su Santidad Pío XII siempre y cuando no se mencionara en el contrato el vínculo con el Vaticano. Sin embargo,  el Vaticano sí aceptaba una donación directa del gobierno de Panamá por la cantidad que representara ese 10%.    
Stampco estableció un presupuesto para esa primera serie: $140,000 para diseño, grabado e impresión de los sellos; $104,000 para publicidad y divulgación; $5,000 para relaciones públicas; $7,500 para establecer una agencia filatélica dedicada a la venta de las series de los papas; $24,500 para gastos administrativos y $5,500 para la compra de sobres tipo glassine.  
Como el papa Pío XII era entonces el papa regente decidieron  comenzar la serie con las imágenes de los doce papas con el nombre de Pío.  Esta primera serie de los papas Pío tendría un tiraje de 195 millones de estampillas desglosados así: 15 millones de cada uno de los once primeros valores y 30 millones de la estampilla de dos Balboas con la imagen del papa Pío XII.  El tiraje  tendría un valor facial de $105,000,000. El consorcio, con solo una inversión de $300,000 para la serie de los doce papas Pío, tenía dispuesto recibir $36,750,000.
La siguiente serie programada era la de los ocho papas llamados Pablo. El proyecto requería sacar a la venta una nueva serie cada cuatro meses hasta que se terminaran de conmemorar los 259 papas.  Se estimaba que llevar estas series a su conclusión tomaría 10 años. No se sabe los valores que se tenían programados para las siguientes series. Tampoco se sabe cuántos ejemplares de cada uno de estos valores se iban a imprimir.  Lo que sí se puede calcular es que si se seguía el patrón de la serie de los doce papas Pío, los 247 papas restantes significarían más de 3 mil millones de estampillas con un valor facial de cientos de millones de dólares.
El 14 de octubre de 1954, en una conferencia de prensa dirigida al mundo filatélico se anunció por primera vez la intención de crear estas series de estampillas de la República de Panamá con imágenes de los 259 papas de la Iglesia Católica. Ese mismo 14 de octubre de 1954, el decreto número 226 fue firmado por el presidente José Remón Cantera y el ministro Catalino Arrocha Graell, autorizando la impresión de los 195 millones de estampillas con las imágenes de los doce papas Pío.
El anuncio, acompañado de la legalización que le dio el decreto número 226, estalló en el mundo como una feroz tormenta. Un sinnúmero de periódicos y revistas filatélicas de Europa y de los Estados Unidos publicaron reportes y editoriales señalando que detrás de esta serie había un sindicato de inversionistas americanos y hasta la mismísima Iglesia Católica planeando obtener millones de dólares de ganancia a costa de los coleccionistas de estampillas y aficionados a temas religiosos.  Panamá no tenía revistas filatélicas, pero sí periodistas y estos empezaron a publicar detalles del vínculo que existía entre miembros del gobierno y el sindicato para su beneficio personal.  
El repudio fue tal que se dilató la salida de la serie y finalmente obligaron a las autoridades de Panamá a decretar en junio de 1956 que las series de los papas se limitarían a la de los doce papas Pío y sólo tendrían validez por un periodo de seis meses. Después de seis meses los sobrantes y las planchas de impresión serían destruidas.
La serie de los papas Pío tuvo su primer día de emisión el 2 de julio de 1956 y en los seis meses de validez se vendieron las siguientes cantidades:
VALOR
CANTIDADES
2 centésimos
32,216
3 centésimos
28,044
4 centésimos
18,374
5 centésimos
14,169
6 centésimos
20,051
10 centésimos
16,979
20 centésimos
14,169
25 centésimos
12,405
50 centésimos
9,384
75 centésimos
9,004
1 balboa
8,955
2 balboas
8,854


Prestigiosos catálogos filatélicos como Scott, Yvert, Stanley & Gibbons, rehusaron darle cabida en sus páginas a dicha emisión.  De los 195 millones de estampillas programadas solo llegaron a circular 192,604 y de los 105 millones de dólares que se esperaban  recaudar solo se vendieron un total de $49,592.
Para los inversionistas fue un mal negocio y para la reputación de la filatelia panameña un desastre que lastimosamente todavía repercute. No parece justo que más de 60 años después catálogos como Scott no incluyan la serie como cualquier otra. Después de todo la serie fue legalmente emitida, circuló en los correos nacionales y tuvo vigencia por seis meses al final de los cuales, Panamá cumplió con la promesa de destruir los remanentes y las planchas impresoras. Tampoco se continuaron produciendo las siguientes series de papas. El castigo ha sido fuerte y no hay razón para continuarlo.
Panamá, 18 de agosto de 2017

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